dejando tras de si huellas resecas y solitarias
sábado, 31 de enero de 2015
Dos soles y trescientas nubes
Un mal recuerdo atraviesa la almohada
dejando tras de si huellas resecas y solitarias
Una palabra que no merece pronunciarse se atora en la prudencia diaria
Un sueño que se reventó como una gran burbuja de tristeza, untó mil almas de desesperanza
Una sonrisa cómplice y los gritos de alegría de mis soles derrotan trescientas nubes que querían oscurecerme.
La vida sigue con o sin nosotros, ella no espera a que nos repongamos, ella nos enseña que a pesar de tener el corazón roto, el sol sigue saliendo por el mismo sitio día a día y ellas siguen riendo sin temor por el futuro.
dejando tras de si huellas resecas y solitarias
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