miércoles, 13 de mayo de 2015

de los amores platónicos y los enamoradizos

Samuel logró culminar su adolescencia pasando por encima de sus propias expectativas, siempre pensó que el corazón se le reventaría en el pecho de puro amor, era incapaz de pasar una semana sin enamorarse perdidamente, como en los cuentos antiguos y en las novelas de las 4 de la tarde.

Un pan de mil y una de leche deslactosada pa  tu viejo que le hace daño de la otra, y no te vas a quedar por ahí jugando con esos marihuaneros culisecos de tus amigos

si má...

Mano al bolsillo, la plata apretada, pasadita por el espejo, el pelo parado adecuadamente, un puto grano que se negaba a salir o a meterse o a algo... solo se quedo allí enrojeciéndose infinitamente...

Caminó despacio buscando en el piso razones para no mirar ese balcón, su amor infinito - que le duraba como una semana - no le respondía los mensajes del celular desde hacia dos días, algo le decía en su corazón que una vez más se quedaría esperando.

Ya iba llegando al parque que tenía que atravesar para llegar a la panadería del paisa, y entonces la vio... ella estaba ahí sentada con el Pájaro, así le decían porque se las comia y salía volando, se llenó de valor apretó la plata que tenía en el bolsillo como si fuera un arma letal.

La noche más linda del mundooo la he pasado yo contigo, que noooche que noooooche ... cantaba el equipo de la vecina, y el Pájaro ahí con las manos en esa carita hermosa, delicada, blanca como decián que era la nieve, que lo acompañó tantas noches... obviamente sin que ella supiera.

La leche, el pan de mil, el Pájaro, la niña ... se acercó mientras ella lo miraba y sonreía, y las manos le sudaban, ella era su amor infinito, quería dedicarle todas las canciones de la radio y llenarle el chat de corazoncitos... ella lo sabia, cierto?

Pasó despacito mientras escuchaba a lo lejos que el Pájaro y ella reían como siempre hacen los novios, mientras tanto Samuel llegaba a la panadería del paisa mirando al piso, buscando los pedazos de esperanza y de amor infinito que se le habían caído en el camino.

Un pan de mil y una leche deslactosada

De cuánto el pan?

De mil!! dijo Samuel enojado mientras levantaba la mirada y veía como una rubia de ojos verdes oscuros lo miraba fijamente, era la hija del paisa de quien le habían hablado sus amigos.... las manos sudaron otra vez, el corazón le latía en las orejas, sintió como el rojo se le subía a la cara, más sudor .... el grano marica, el grano...

La rubia sonreía y le preguntaba

DE CUANTO EL PAN!!!

Le gustó verla brava y el huequito que se le hacia en el cachete....

Esa tarde Samuel conseguiría el télefono de la paisita y le mandaría un corazoncito por chat, al fin había encontrado su amor infinito, todo cobraba sentido nuevamente.



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