Miradas de reproche que alguna vez fueron cálidas y abrazadoras
mensajes que ya no llegan
palabras que devoraron los bites y los bytes (love bites, love bleeds dijo el Leopardo Sordo)
No me importa que la noche siga siendo devorada por el día
ese pedazo de carbón devorado por la luz azul me recuerda que, aunque la noche sea oscura, el más mínimo rayo de luz toma posesión de ella
Sigo mi camino con la Rapsodia aún sonando y el café aún en el puente que vibra sin miseria
gracias por recordarme que las letras son como globos rojos que cobran significado dependiendo de la mano que los sostiene/devora/eleva
Me repito diariamente, “prefiero soñar 10 minutos que permanecer despierto y lógico” ¿es mi mantra, o mi karma, o mi espejo?
Cómo hacen volar el alma y latir el corazón un par de cafés y dos ojos almendrados al ritmo del loco diamante que brilla en la oscuridad.
Adiós vos, buena mar
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