martes, 8 de octubre de 2019
Entrelineas
Leer entrelineas a una persona es como ver las costuras de un vestido, se va vislumbrando su estructura, sus intenciones, la veracidad en su historia;
Leer entrelineas a alguien es ver en el espejo nuestras propias costuras, estructura, intenciones, veracidad en el actuar porque, al final de la historia yo soy tu y tu eres yo;
Cosidos con el mismo hilo del tiempo, unidos con la fuerza de las causalidades, un traje que llevamos puesto para proteger el alma de lo terreno.
viernes, 13 de septiembre de 2019
Chocolates en la cama
Noches de luna,
chocolates en la cama,
tus rizos sobre la almohada,
gritos apagados, la piel que habla.
Un adiós sobre la mesa,
un te quiero que apagó la vida,
palabras que quedaron en el aire,
despedidas necesarias.
Noches de luna,
chocolates en la cama,
una despedida para el alma.
Ve con la noche que te trajo a mi vida,
que la luna guié tus pasos,
que la vida te premie y te de lo que buscas,
que el amor llene tu alma,
tu camino será luz de vida.
Noches de luna,
chocolates en la cama,
una despedida para el alma.
Queda el corazón en calma,
la calma que queda después de la tormenta,
recogeré los pedazos de una ensoñación,
los dejaré listos para el camino,
seguiré mi sol.
Noches de luna,
chocolates en la cama,
una despedida para el alma.
martes, 10 de septiembre de 2019
Mi mano
Mi mano
Esta mano con la que hoy escribo, no es realmente una mano, es la unión de cartílagos, músculos, tendones y sangre, no es más que una herramienta pegada a mi brazo que, a su vez está pegada a mi cuerpo, pero dejó de ser eso que conocemos como la mano que escribe cartas de amor, la que uso para el reloj y para alimentarme, esa mano ya no está, esa mano se la llevó Anna una noche; una de esas noches que no quise que el sol saliera de su escondite, una noche que quise fuera eterna.
La última vez que la vi, a mi mano, estaba siendo besada por ella, abrazada, sostenida y admirada en la mitad de la noche; ella sostuvo mi mano como quien sostiene el ancla de un globo para no salir volando, o tal vez porque su alma estaba volando tanto que le dio miedo alejarse de mí o alejarse de ella misma, por eso ahora mi mano ya no está conmigo más.
Cuando el reloj sonó , y la vida por fuera de estas cuatro paredes llenas de amor, pasión, sexo y entrega comenzó nuevamente, ella se fue caminando despacio, mirándome de reojo, pensando quizás en la carretera, en el camino, en el destino, en su universo.
Alcancé a ver cuando mi mano se perdía en su bolso, entre el celular y el bolsito del maquillaje iba cómoda, esperando la oscuridad al cerrarse la cremallera; ella acercó sus labios y le susurro algo mientras lo cerraba, no alcancé a escuchar que se decían pero Anna sonreía complice.
Hoy pienso en mi mano y en ella abrazándose, veían titilar una estrella que esta noche nos acompañó enviando mensajes que no entendimos; a veces extraño mi mano pero cierro los ojos y veo a Anna Li abrazada a ella mientras yo trataba de aprenderme su rostro sabiendo que, era posible que fuera la última vez que la veía, como sucedía cada vez que nos amábamos.
La estrella sigue titilando, mi mano y ella están buscando el camino a su universo, a su montaña mágica, yo sigo pensando en la mano que se llevó, mientras con este pedazo de cartílagos, huesos, y músculos sigo escribiendo estas palabras y con lo que queda de ojos veo las estrellas titilando, enviando mensajes que a veces no entiendo.
Esta mano con la que hoy escribo, no es realmente una mano, es la unión de cartílagos, músculos, tendones y sangre, no es más que una herramienta pegada a mi brazo que, a su vez está pegada a mi cuerpo, pero dejó de ser eso que conocemos como la mano que escribe cartas de amor, la que uso para el reloj y para alimentarme, esa mano ya no está, esa mano se la llevó Anna una noche; una de esas noches que no quise que el sol saliera de su escondite, una noche que quise fuera eterna.
La última vez que la vi, a mi mano, estaba siendo besada por ella, abrazada, sostenida y admirada en la mitad de la noche; ella sostuvo mi mano como quien sostiene el ancla de un globo para no salir volando, o tal vez porque su alma estaba volando tanto que le dio miedo alejarse de mí o alejarse de ella misma, por eso ahora mi mano ya no está conmigo más.
Cuando el reloj sonó , y la vida por fuera de estas cuatro paredes llenas de amor, pasión, sexo y entrega comenzó nuevamente, ella se fue caminando despacio, mirándome de reojo, pensando quizás en la carretera, en el camino, en el destino, en su universo.
Alcancé a ver cuando mi mano se perdía en su bolso, entre el celular y el bolsito del maquillaje iba cómoda, esperando la oscuridad al cerrarse la cremallera; ella acercó sus labios y le susurro algo mientras lo cerraba, no alcancé a escuchar que se decían pero Anna sonreía complice.
Hoy pienso en mi mano y en ella abrazándose, veían titilar una estrella que esta noche nos acompañó enviando mensajes que no entendimos; a veces extraño mi mano pero cierro los ojos y veo a Anna Li abrazada a ella mientras yo trataba de aprenderme su rostro sabiendo que, era posible que fuera la última vez que la veía, como sucedía cada vez que nos amábamos.
La estrella sigue titilando, mi mano y ella están buscando el camino a su universo, a su montaña mágica, yo sigo pensando en la mano que se llevó, mientras con este pedazo de cartílagos, huesos, y músculos sigo escribiendo estas palabras y con lo que queda de ojos veo las estrellas titilando, enviando mensajes que a veces no entiendo.
El vacío
El vacío también ocupa espacio,
el ruidoso silencio puede dejarnos sordos,
la distancia acompañada nos aleja,
los sueños rotos al despertar aterran.
Cuando el rito ya no es sagrado,
cuando el beso ya no es del alma,
cuando la mirada baja
todo cae, todo ocupa su lugar,
hasta el aire ahoga.
el ruidoso silencio puede dejarnos sordos,
la distancia acompañada nos aleja,
los sueños rotos al despertar aterran.
Cuando el rito ya no es sagrado,
cuando el beso ya no es del alma,
cuando la mirada baja
todo cae, todo ocupa su lugar,
hasta el aire ahoga.
miércoles, 28 de agosto de 2019
¡Se acabó la moneda!
Eran las 5 de la tarde en un centro comercial lleno de familias que recorrían vitrinas sin mucho dinero en el bolsillo y helados a medio derretir en las manos; mis dos hijas tendrían 3 o 4 años, esa edad en que comienzan a tener algo de uso de razón, las pataletas aparecen y pasan de ser bebés a convertirse en niñas llenas de preguntas, pequeños soles que llenan las mañanas de abrazos y las noches de cuentos.
Mi niña mayor llegó enfadada, su gesto preferido era cruzar los brazos y apretar los labios para demostrar su enojo.
- Papá, se acabó la moneda.
Estábamos en la zona de juegos, hacía calor, y las máquinas funcionaban solo con monedas de quinientos pesos; ya llevábamos media hora allí y en mis bolsillos no quedaba ni una sola
- sol, no tengo más.
Su gesto se hizo aún más duro y una gorda lágrima se asomó.
En los negocios alrededor no cambiaban monedas, su hermanita aún estaba en el elefante volador que se movía perezosamente; hacía calor, niños llorando, mi niña grande enojada, la pequeña seguro llegaría pidiendo lo mismo.
La bendita moneda de quinientos, su ausencia, se había convertido en la representación de la frustración de padre y el asomo de una tarde arruinada.
Seguimos caminando, mi niña grande enojada, la peque a medio dormir en brazos de su madre, y yo frustrado, y con calor. Me quedé pensando en el significado de esa moneda ¡Eran solo quinientos pesos!
Mientras caminabamos rumbo al parqueadero para regresar a casa y retomar la rutina de fin de semana, seguía pensando en el valor real de esa moneda para mi niña, hasta que finalmente entendí que no era la moneda como tal ¡era diversión, alegría! Pero había algo más profundo, era tiempo, ¡TIEMPO!
Esa era la respuesta
La moneda representaba el tiempo de alegría en la máquina, su tiempo personal, esos minutos de felicidad. La moneda era ese momento que se iba entre los dedos, ese pequeño espacio de comunión.
Entendí a mi hija, entendí que a veces se nos acaba la moneda y hacemos pataleta ante la vida por esos minutos de pequeñas dichas.
En esos momentos en que siento que se me van los minutos de pequeñas dichas recuerdo a mi niña, y su pequeña pataleta y le digo a la vida
¡Se acabó la moneda!
Mi niña mayor llegó enfadada, su gesto preferido era cruzar los brazos y apretar los labios para demostrar su enojo.
- Papá, se acabó la moneda.
Estábamos en la zona de juegos, hacía calor, y las máquinas funcionaban solo con monedas de quinientos pesos; ya llevábamos media hora allí y en mis bolsillos no quedaba ni una sola
- sol, no tengo más.
Su gesto se hizo aún más duro y una gorda lágrima se asomó.
En los negocios alrededor no cambiaban monedas, su hermanita aún estaba en el elefante volador que se movía perezosamente; hacía calor, niños llorando, mi niña grande enojada, la pequeña seguro llegaría pidiendo lo mismo.
La bendita moneda de quinientos, su ausencia, se había convertido en la representación de la frustración de padre y el asomo de una tarde arruinada.
Seguimos caminando, mi niña grande enojada, la peque a medio dormir en brazos de su madre, y yo frustrado, y con calor. Me quedé pensando en el significado de esa moneda ¡Eran solo quinientos pesos!
Mientras caminabamos rumbo al parqueadero para regresar a casa y retomar la rutina de fin de semana, seguía pensando en el valor real de esa moneda para mi niña, hasta que finalmente entendí que no era la moneda como tal ¡era diversión, alegría! Pero había algo más profundo, era tiempo, ¡TIEMPO!
Esa era la respuesta
La moneda representaba el tiempo de alegría en la máquina, su tiempo personal, esos minutos de felicidad. La moneda era ese momento que se iba entre los dedos, ese pequeño espacio de comunión.
Entendí a mi hija, entendí que a veces se nos acaba la moneda y hacemos pataleta ante la vida por esos minutos de pequeñas dichas.
En esos momentos en que siento que se me van los minutos de pequeñas dichas recuerdo a mi niña, y su pequeña pataleta y le digo a la vida
¡Se acabó la moneda!
jueves, 22 de agosto de 2019
Estrellas
Buscando tu norte viajé desde el sur
exploré ríos, mares y pequeñas cordilleras
la noche se posó en tu piel mientras
cerraste los ojos buscando la luna, plena.
Caminé por tu piel buscando dejar huella
escuché tu respiración, agitada, eterna
cobraste sentido en cada suspiro
temblabas al susurrar bajos deseos.
El norte apareció, pleno y misterioso;
la noche cayó en tu piel
tus dedos se enterraron en mi piel
mientras caían no-promesas de tus labios llenos de estrellas.
Tu norte se rindió ante mis palabras.
No ante mi, ante mis letras.
exploré ríos, mares y pequeñas cordilleras
la noche se posó en tu piel mientras
cerraste los ojos buscando la luna, plena.
Caminé por tu piel buscando dejar huella
escuché tu respiración, agitada, eterna
cobraste sentido en cada suspiro
temblabas al susurrar bajos deseos.
El norte apareció, pleno y misterioso;
la noche cayó en tu piel
tus dedos se enterraron en mi piel
mientras caían no-promesas de tus labios llenos de estrellas.
Tu norte se rindió ante mis palabras.
No ante mi, ante mis letras.
Necesito dejar de verte
Necesito definitivamente evitar verte por ahí,
es suficiente con encontrarte en mi piel y mi memoria
Necesito dejar de verte para que la llama se apague, porque de tanta intermitencia me va a terminar quemando como los bombillos que se van apagando de tanto prender y apagar.
Sé que no te haré tanta falta como tú a mí, al final de cuentas tienes unos brazos que te ayudarán a diluir mi presencia yo solo tengo mis letras
Quizás nos extrañemos por un tiempo, luego la vida nos pondrá en el camino adecuado y seremos hermosos recuerdos de lo que pudo ser y nunca pasó.
Nunca sucedió, nos quedaron los recuerdos y la nostalgia del futuro.
Necesito dejar de verte por ahí.
martes, 20 de agosto de 2019
Rituales
De la luna fueron llegando despedidas con la voz entrecortada, los adioses se fueron apagando hasta que la oscuridad llenó el espacio incierto. Un sentido adiós acompañado por pequeños rituales, gotas de chocolate, noches eternas, montañas mágicas y mil confesiones.
Adiós Anna Li, sé feliz... mi corazón va contigo.
Te amé
Te amé en tu norte,
viajé lento desde tu sur eterno,
recorrí tu cuerpo buscándote,
buscando tu misterio,
al final nos acompañaron el silencio
las miradas agradecidas, el amor paradójico y etéreo,
las respuestas que jamás recibiremos.
viajé lento desde tu sur eterno,
recorrí tu cuerpo buscándote,
buscando tu misterio,
al final nos acompañaron el silencio
las miradas agradecidas, el amor paradójico y etéreo,
las respuestas que jamás recibiremos.
martes, 13 de agosto de 2019
Decisiones
Se toman decisiones como se recogen conchas a la orilla del mar, se revisan, se sopesan, se analizan con el ojo de un estricto juez , se clasifican, se evalúan y sopesan. Al final del día algunas van al bolsillo para regalarlas, otras quedan de adorno y otras simplemente eran tan importantes que se regresan al mar para volver a ellas en algún atardecer silencioso.
lunes, 12 de agosto de 2019
Una noche
Si las paredes hablaran
contarían nuestra historia
paso por paso
pecado por pecado
grito por grito
Si la noche llegara nuevamente de imprevisto
como aquella vez que nuestros corazones rotos se vieron a los ojos
volveríamos a dejar que la pasión corriera
aplicando sin predicar
solo conversando y aprendiendo a mirar.
contarían nuestra historia
paso por paso
pecado por pecado
grito por grito
Si la noche llegara nuevamente de imprevisto
como aquella vez que nuestros corazones rotos se vieron a los ojos
volveríamos a dejar que la pasión corriera
aplicando sin predicar
solo conversando y aprendiendo a mirar.
domingo, 11 de agosto de 2019
Chocolates para Anna Li
Anna Li se refugió en la oscuridad de su montaña mágica, el hilo se había bifurcado para darle paso a un nuevo camino; al otro lado de la ciudad James miraba con tristeza las fotos compartidas, los sueños rotos y trataba de entender el nuevo rumbo que había tomado la vida, como todo se había reconstruido en un par de días, de noches, de conversas.
Era tarde ya, el celular sonó, un mensaje entró con la foto de un chocolate que le había dejado a Anna en su escritorio esa tarde, como augurando que sería el último que le daría; tal vez si lo hubiera sabido le habría dado un paquete más grande para que la despedida durara un poco más.
La luz de la pantalla iluminaba el rostro de Anna, buscaba las palabras para no hacer daño a sabiendas que James tenía el corazón maltratado y ella no sabía que sentir; una canción resumiría la noche.
Cerati rasgó el silencio de la madrugada, los chocolates se terminaron, un nuevo camino se abrió para ellos, el sol saldría al siguiente día pero ya no sería un motivo de conversación .
Ciclo cerrado, puertas abiertas, conversaciones eternas, cuidados mutuos, una nueva forma de amor nació.
Adorable puente
Se ha creado entre los dos
Cruza el amor
Yo cruzaré los dedos
Y gracias por venir
Gracias por venir
Adorable puente
Cruza el amor
Cruza el amor
Por el puente
https://www.youtube.com/watch?v=eAO7CEcCD3s
viernes, 9 de agosto de 2019
Sombras
lenta, brillante, dolorosa, a veces oscura.
Me obliga a respirar, así no quiera
a tomar distancia, aunque duela.
a tomar distancia, aunque duela.
Entro a las sombras de tu vida
para ser un recuerdo, para no olvidar tu sonrisa
para no perder el sabor de tu esencia
para que no reine la melancolía.
para ser un recuerdo, para no olvidar tu sonrisa
para no perder el sabor de tu esencia
para que no reine la melancolía.
viernes, 2 de agosto de 2019
Penélope
Ella me mira de lejos, esquiva
a veces se acerca me huele, me mide
vibra ronroneando, sonríe
se aleja pronto, me olvida.
Sabe que la miro añorando su compañía,
pero algo más la anima
disfruta su soledad
sus rutinas.
Como gata que es
se sabe deseada
por eso es esquiva
ella elegirá su compañía
y pocas veces será la mía.
Sin embargo la miro pasar
con su cola elevada
dando pasos rápidos
ella me mira
pareciera que se le atragantan las palabras
esas que yo sé que nunca diría.
Ella pasa de largo por mi vida
dejando recuerdos y colores
canciones, letras y montañas
tan mágicas como su sonrisa
a veces se acerca me huele, me mide
vibra ronroneando, sonríe
se aleja pronto, me olvida.
Sabe que la miro añorando su compañía,
pero algo más la anima
disfruta su soledad
sus rutinas.
Como gata que es
se sabe deseada
por eso es esquiva
ella elegirá su compañía
y pocas veces será la mía.
Sin embargo la miro pasar
con su cola elevada
dando pasos rápidos
ella me mira
pareciera que se le atragantan las palabras
esas que yo sé que nunca diría.
Ella pasa de largo por mi vida
dejando recuerdos y colores
canciones, letras y montañas
tan mágicas como su sonrisa
jueves, 1 de agosto de 2019
HILOS
Voy encontrando cabello tuyo por mi casa
como hilos trenzando una historia
veo como con la luz del sol brillan
se destacan en rincones de mi cama,
otras veces aparecen enredados en mi ropa
tejiendo en mi piel una añoranza
He descubierto que has dejado partes de ti en mi
no solo por tus besos o tus miradas,
dejas partes de tus sueños, angustias y esperanzas
Me tomas de la mano al caminar
sabiendo que el camino es incierto
apoyas tus manos en el sofá rojo
como si estuvieras escribiendo
Te vas caminando rápido,
dejaste una sonrisa
a veces me la encuentro en la cocina
a veces en la almohada
y otras veces viendo tus fotos clandestinas
Sigo viendo tu cabello en mi almohada
sigo escuchando tu sonrisa en la madrugada
sigo viendo una ventana mágica
que nos muestra el cielo, la montaña y la mañana
sigo sintiendo tu mirada
como hilos trenzando una historia
veo como con la luz del sol brillan
se destacan en rincones de mi cama,
otras veces aparecen enredados en mi ropa
tejiendo en mi piel una añoranza
He descubierto que has dejado partes de ti en mi
no solo por tus besos o tus miradas,
dejas partes de tus sueños, angustias y esperanzas
Me tomas de la mano al caminar
sabiendo que el camino es incierto
apoyas tus manos en el sofá rojo
como si estuvieras escribiendo
Te vas caminando rápido,
dejaste una sonrisa
a veces me la encuentro en la cocina
a veces en la almohada
y otras veces viendo tus fotos clandestinas
Sigo viendo tu cabello en mi almohada
sigo escuchando tu sonrisa en la madrugada
sigo viendo una ventana mágica
que nos muestra el cielo, la montaña y la mañana
sigo sintiendo tu mirada
lunes, 29 de julio de 2019
Un gato y un café
Una mañana de esas de sol amarillo y café oscuro mi estimado gato gordo y taciturno decidió sentarse a mi lado; ronroneó como lo hace cuando quiere dejarme saber que, a pesar de ser humano, tengo derecho a su presencia, me miró a los ojos y se lamió la pata derecha sin dejar de mirarme profunda y despectivamente. Hacía algunos años habíamos tenido nuestra primera conversación, y desde esa época se había negado a dirigirme la palabra, creo que no le ha gustado el rumbo que ha tomado mi vida emocional, tiene la tendencia a juzgarme sabiendo que él es un solterón sedentario que solo se ocupa todo el día todo el día de ir persiguiendo moscas que no existen.
Dejó su pata en paz, me miró a los ojos e hizo un pequeño bizco.
Dejála que te quiera
aprendé a quererla
solo el tiempo dirá si es la correcta
El devenir será el maestro
la química irá mutando
podrá ser un espejismo
o la certeza del caminar
solo el tiempo lo dirá
solo el sol te irá marcando el camino
aprendé a respirar
Siguió limpiándose la cara, ya no me miraba, se levantó a buscar otra de sus moscas imaginarias y a comer las mismas pepas de todos los días. El café se fue enfriando mientras me quedé viendo el fondo del pocillo pensando en sus palabras.
Tal vez un poco de panela no le caería mal, tal vez sentarse al sol a esta hora puede ser la mejor idea del día.
Dejó su pata en paz, me miró a los ojos e hizo un pequeño bizco.
Dejála que te quiera
aprendé a quererla
solo el tiempo dirá si es la correcta
El devenir será el maestro
la química irá mutando
podrá ser un espejismo
o la certeza del caminar
solo el tiempo lo dirá
solo el sol te irá marcando el camino
aprendé a respirar
Siguió limpiándose la cara, ya no me miraba, se levantó a buscar otra de sus moscas imaginarias y a comer las mismas pepas de todos los días. El café se fue enfriando mientras me quedé viendo el fondo del pocillo pensando en sus palabras.
Tal vez un poco de panela no le caería mal, tal vez sentarse al sol a esta hora puede ser la mejor idea del día.
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