Mil piedras sobre el pecho
el aire que no pasa
las manos que no saben que hacer
el día que termina y el peso del tiempo no disminuye
Cada vez es más difícil mirar al futuro
los sueños ya no tienen color
ahora todo es incertidumbre
un caminar
un devenir por llegar
un espacio por recorrer
Respiro lento para que el aire no me consuma
la noche va cayendo en mi ventana
el cielo se oscurece
las personas duermen
Los días de soñar
se van desvaneciendo
la realidad golpea desde el silencio
los viejos sueños desaparecen
la esperanza de nuevos vientos no germina
El sol saldrá mañana
yo esperaré, como cada día, que las semillas viajeras caigan en tierra fértil
y que las montañas mágicas sean más verdes
Siguen volando los colibrís hacia mi ventana
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